Descripción del producto
A veces, la poesía se hace música. A veces, la canción protesta se hace folklore esquivando la censura. A veces, el anonimato hace a la canción tradición y, a veces, la tradición se hace en las verdades que se cuentan en los bares de hoy y de antes. A veces, la canción habla de geografía humana y de cómo su entorno y su comunidad desdibujan las fronteras. A veces, la tradición es cosa de niños.
A veces, la canción se canta pa’ uno mismo y los pájaros que lo acompañan. A veces, las leyendas tienen algo de verdad, a pesar de estar repletas de mentiras y, a veces, las mentiras son las que construyen la historia. A veces, hay mucha historia secuestrada en un drama y a veces también hay siempres.
El costumbrismo es compartir alma, baile, poesía y hambre; amor y despecho, victoria y derrota. Es compartir la memoria de los que fueron y el momento de lo que somos.
El costumbrismo es un memento paganamente humano y humanos haberlos hubo como haberlos haylos. Con el mismo vértigo vital que da esta vertiginosa baranda que es la vida.
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