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San Antón o san Antonio Abad es uno de los santos más queridos del santoral. Su atributo de protector de los animales le granjeó gran devoción en un mundo basado en las labores agrarias y ganaderas donde la protección de estos era indispensable para subsistir. Es su celebración una de las primeras fiestas religiosas destacadas del año pero, más allá de festejar al santo, su festividad marcaba el crecimiento del día: “por los Reyes lo notan los bueyes, por san Antón el pastor” decían en Cervatos de la Cueza; y el tiempo de matanzas. No era casualidad que la matanza se hiciera en torno a la festividad del santo patrón de los animales al cual se le representa junto a un cerdo. La matanza debía hacerse en un momento de frío, ya que favorecía a la conservación del sinfín de alimentos que se sacaban del cerdo. Morcillas,
ristras de chorizos, jamones, tocinos, filetes… llenaban las despensas de lo que sería el alimento durante los meses sucesivos. Primero se comían los chorizos de patata, después los de callo conocidos como sabariegos y por último, los de picadillo. Con la sangre y cebollas se hacían las tradicionales morcillas. Era la matanza, sin lugar a duda, un rito en el que participan las familias o vecinos donde la religión hacía su presencia cuando marcaban una cruz sobre el pimentón dispuesto en un barreño junto a las jijas buscando la protección del alimento. Todo este trabajo se acompañaba de vino y cantares que aliviaban tan ardua tarea.

Fue costumbre popular en gran parte del territorio español recitar versos al santo durante la procesión. En la provincia de Palencia recogemos la costumbre en localidades como Cisneros, Fuentes de Nava, Grijota, Boadilla de Rioseco, Autilla del Pino, San Cebrián de Campos o Villada donde mozos echaban los refranes al santo a lo largo de la procesión.
Salían carros y animales engalanados con esquilas, arreos y cascabeles para recibir la bendición de su patrón y así, no enfermar durante el año. En Boadilla de Rioseco este día eran típicas las carreras de gallos y cintas. Tristemente esta costumbre se ha perdido en la mayoría de los pueblos, aunque Fuentes de Nava, Autilla del Pino o San Cebrián de Campos siguen siendo ejemplos vivos de esta bonita tradición. Hoy en día siguen saliendo caballos y burros engalanados con cintas, borlones, campanillas y sus colas trenzadas a recibir la bendición al mismo tiempo que los vecinos recitan los típicos versos. Es reseñable la costumbre de esquilar el lomo de las mulas en San Cebrián formando ramos y poniendo el año de la quintada, ya que algunos pueblos serán los quintos los encargados de recitar los versos y guiar a los animales.

Estos refranes en algunas ocasiones eran jocosos, tanto es así que en algunos lugares no eran del gusto de los párrocos. En Villada, el cura don Salustiano Pardo anota la “celebración de vísperas el día 16 y el día del santo procesión por las calles del pueblo donde se recitaban refranes en la plaza mayor y en la puerta de la iglesia, costumbre que no es recomendable y
debería suprimirse”. Queda claro que no eran placenteros para el párroco. Cierto es que algunos refranes como el siguiente sobrepasaban la jocosidad:

¡Oh, glorioso san Antón!
el diecisiete de enero,
ya me duelen los cojones
de comer sopas con sebo.

Fue un escándalo que por la corta edad del chiguito que lo pronunció no tuvo mayor repercusión. En la misma localidad pude recoger algún otro resquicio de los números refranes que se pronunciaron durante años:

¡Oh, glorioso san Antón!
tú que todo lo adivinas
Dime ¿por qué tiene tanto culo
la hija de La Pequeñina?

La Pequeñina es una de las advocaciones marianas de la villa del Sequillo cuyo nombre oficial es Nuestra Señora del Otero. Estos versos estaban totalmente fuera del ambiente puritano propio de una procesión religiosa. Fuera de este tono todavía quedan en la memoria algunos refranes más adecuados:

¡Oh, glorioso san Antón!
que estás en esa tronera,
con los ojos de cristal
y la boca de madera!

Encontramos otro tipo de refranes con cierta gracia sin llegar a ser impropios. En Villada decían:

¡Oh, glorioso san Antón!
el diecisiete de enero
fui a dar agua a mi caballo
y se cayó en el reguero
le agarre del rabo
y tiró tan fuerte pedo
que atronó a to’ Villada
y to’ Pozuelos.

Del mismo estilo es este que recogí a una vecina de Cisneros:

¡Oh, glorioso san Antón!
hoy diecisiete de enero
aquí te viene a saludar
el hijo del panadero
de Policarpo Paredes
y de María Toledo
los conejos se nos mueren,
las gallinas ya no ponen
cuídanos de los marranos
que nos gustan los jamones.

Durante el festejo se cantaban coplas para animar la celebración. En Villada cantaban:

La enfermedad nueva se ha desarrollado
Entra por el dengue sale por trancazo
¿Quién la curará?
No la curan los médicos
¿Quién la curará?
La curan los hermanos de san Antonio Abad.

El señor Venancio Melero, de Boadilla de Rioseco recordaba una simpática copla del día de san Antón:

Desde que vino la moda
de las bragas coloradas,
todas las mozas parecen
burras mal aparcadas.

Otra costumbre en torno a la festividad de san Antonio abad la recogemos en la localidad cerrateña de Dueñas donde el día de la víspera del santo hacían una hoguera en su honor. Las hogueras formaron parte de la celebración de multitud de santos en el panorama nacional siendo las más famosas las de la noche de san Juan. Destacable, por su singularidad, es la celebración del medio año de san Antón en Villada. Trascurrido medio año aproximadamente desde la festividad del santo los cofrades se volvían a reunir para festejar al santo. No debemos olvidar que las festividades religiosas eran un motivo justificado para la juerga y Villada es, sin duda, uno de los ejemplos más claros llegando a celebrarse a lo largo de un año 22 novenas y 33 procesiones.

Es nuestro deber como palentinos preservar la tradición como seña de identidad: recoger, mantener y poner en valor las costumbres que antaño fueron eco en nuestras calles. Aquellas matanzas y refranes han quedado en la memoria como algo del pasado, un pasado que aún está muy presente.

Francisco Calvo Manzanares

(FOTO: San Antón en Fuentes de Nava. Fotos Antiguas de Palencia)

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