Descripción del producto
Este rabel tiene forma de ocho en madera de cerezo, con tres cuerdas e incluye arco.
Al tratarse de un instrumento totalmente artesanal, puede ser que presente algún pequeño detalle diferente al de la fotografía (remate del mástil, cordal,..), ya que cada vez que el luthier fabrica uno lo hace a su capricho, aunque respetando la morfología propia de este modelo de rabel.
La pastilla piezoeléctrica que trae incorporada este rabel le convierte en un instrumento idóneo para difundir fielmente su sonido en actuaciones públicas.
Evolución del rabel
Esta es la morfología más típica de los rabeles del Valle de Campoo en la zona meridional cántabra y norte de Palencia. En esas áreas, como en otros muchos lugares, el rabel es el instrumento que pone la banda sonora a testimonios de la tradición oral que van desde el romancero carolingio, a los cantares y coplas populares que las familias entonaban al amor de la lumbre o los pastores interpretaban en sus largas horas de soledad.
Con el tiempo, hay factores que hicieron que se fueran olvidando, por ejemplo su desaparición de los circuitos de música culta, o el progresivo retroceso de la trashumancia, el éxodo rural o la aparición de la radio y la televisión.
Por suerte, en el último tercio del pasado siglo se retoma el interés por esta tradición y salen los viejos rabeles olvidados en desvanes y cuadras. En algunas regiones, como en Cantabria se llega a apostar firmemente por su recuperación, elevándose el rabel y sus sonidos a la declaración de Bien de Interés Cultural etnográfico inmaterial.