La celebración de la 42º edición del Festival Internacional de Folclore de Burgos pende de un hilo, más bien de una decisión (o falta de ella) política. El Ayuntamiento ha eliminado de los presupuestos municipales la subvención para este evento, lo que hace inviable su celebración el próximo mes de julio, porque tampoco hay tiempo de buscar alternativas y la organización de un festival de esta magnitud exige varios meses de preparativos. 
La directora del festival, Regina Peñacoba, se quejaba hace unos días en la prensa local de que “el Ayuntamiento ha dado la espalda al festival” y mantenía que se trataba de una “maniobra política”. “El Ayuntamiento debe el 40% de la ayuda de 2016 y el 100% de la del año pasado, unos 150.000 euros, a pesar de estar todo justificado”, explicaba.
El Festival Internacional de Folclore de Burgos es uno de los más importantes del mundo y su ausencia dejaría un vacío importante no sólo en la vida cultural de ciudad.
Hace unos días, se puso en marcha una campaña de recogida de firmas para pedir al Ayuntamiento que no deje caer el FIFBU, ya ha conseguido casi 4.000 apoyos y el compromiso del alcalde de seguir adelante con el evento.
“Es fundamental que se celebre el Festival de Folclore porque es una seña de identidad de esta ciudad y de esta provincia”, manifestó Javier Lacalle, a la vez que aseguró que el Comité de Folclore contará “con todos los medios”.
