Descripción del producto
Este rabel está realizado en madera de cerezo, tiene forma de pera y tres cuerdas y se presenta con su arco.
Orígenes del rabel
Parece ser que la palabra rabel deriva de términos árabes como rebec o rabab y existen testimonios del uso de este instrumento desde antiguo. Así, podemos encontrarlos en múltiples canecillos románicos o en las miniaturas de las Cantigas de Santa María, que datan del S. XIII. Durante toda la Edad Media este instrumento gozó de gran popularidad, no solo en los pueblos, sino también en las ciudades y en la corte, ya que eran fieles acompañantes de los juglares.
En los siglos posteriores sin embargo su uso quedó relegado a los pastores trashumantes y fue perdiendo consideración social en las urbes hasta que llegó un momento en que su uso quedó confinado a locales de baja categoría, como podían ser las tabernas y burdeles.
En épocas más recientes y unido al retroceso del mercado de la lana y la consiguiente desaparición de los pastores, sus principales tañedores, el rabel cae en desuso y no será hasta época muy reciente cuando se intentan recopilar testimonios vivos que nos permitan conocer mejor y revitalizar este instrumento.